En 1912, John Deere se enfrentó a un gran desafío. Si bien la empresa tuvo un gran éxito en la producción de implementos y se mantuvo como el fabricante número uno de arados en el mundo, carecía de tractor para completar su línea de productos. La presión de los distribuidores para incluir un tractor en esa línea de equipo fue considerable. La demanda de caballos de fuerza en el mercado era fuerte, y todos los principales competidores de Deere ofrecían tractores. La necesidad de un tractor lo