Los tomates son fáciles de cultivar a partir de semillas y deberían germinar en dos semanas. Las variedades de cerezas compactas se pueden cultivar en macetas y cestas colgantes, mientras que las de tipo cordón más grandes son más adecuadas para cultivarlas en el suelo o en bolsas de cultivo.
Necesitarás
- Semillas de tomate
- Abono multipropósito sin turba
- macetas de 10 cm
- Vermiculita (opcional)
Paso 1
Llena tu maceta con abono para semillas, dejando un par de centímetros por debajo del borde. Esparza las semillas uniformemente sobre el compost y cubra con vermiculita. Riegue bien, luego cubra la maceta con una bolsa de plástico o un trozo de film transparente para mantener la composta húmeda.
Paso 2
Retira la tapa de la maceta cuando aparezcan las plántulas. Si cultiva sus tomates en el alféizar de una ventana, gire la maceta regularmente para evitar que las plantas crezcan hacia la luz y se distorsionen.
Paso 3
Coloca las plántulas de tomate cuando tengan unos 10 cm de altura. Plántalas profundamente en macetas individuales de 7,5 cm. A fines de mayo, endurezca las plantas antes de plantarlas en su posición final.