Aquí hay cinco actividades básicas para cultivos de cultivo:
1. Preparación del suelo: Esto implica preparar el suelo para la siembra. Incluye tareas como la labranza, la fertilización y la enmendación del suelo con compost u otros materiales para mejorar su estructura y contenido de nutrientes.
2. Plantación: Este es el acto de poner semillas o plántulas en el suelo. El momento, la profundidad y el espacio de la siembra son factores cruciales que dependen del cultivo específico.
3. riego: Proporcionar agua adecuada es esencial para el crecimiento de las plantas. Los requisitos de agua varían mucho entre diferentes cultivos y dependiendo del clima. Se emplean sistemas de riego como rociadores, riego por goteo o riego manual.
4. fertilizante: Los cultivos necesitan nutrientes para crecer. Los fertilizantes proporcionan estos nutrientes en forma concentrada. Los diferentes cultivos tienen diferentes necesidades nutricionales, y el tipo y la cantidad de fertilizantes aplicados dependerán de estas necesidades.
5. Control de malezas: Las malas hierbas compiten con cultivos por recursos como la luz solar, el agua y los nutrientes. El control de las malas hierbas es vital para la producción de cultivos saludables. Esto se puede lograr a través de varios métodos como la hierba de mano, los herbicidas, el acolchado o el cultivo de cobertura.