Tienes que regar un jardín con semillas recién plantadas por algunas razones cruciales:
* Germinación: Las semillas necesitan humedad para brotar. El agua suaviza la capa de semilla, permitiendo que surja el pequeño brote (radícula) y comience a cultivar raíces.
* Desarrollo de la raíz: Las raíces en desarrollo necesitan humedad para crecer y absorber nutrientes del suelo. Sin suficiente agua, las raíces tendrán dificultades para desarrollarse, obstaculizando la capacidad de la planta para establecerse.
* absorción de nutrientes: El agua es esencial para que las plantas absorban nutrientes del suelo. El agua disuelve los nutrientes, lo que los pone a disposición de las raíces de la planta.
* Regulación de temperatura: El agua ayuda a regular la temperatura del suelo, manteniéndola lo suficientemente fría como para que las semillas germinen y las plántulas jóvenes prosperen.
Piense en ello así:
Imagina una semilla como un pequeño bebé dormido. ¡Necesita una manta cálida (tierra) y una pequeña bebida (agua) para despertarse y comenzar a crecer!