El conejo arlequín tiene su pelaje blanco, con manchas que pueden ser negras, chocolate o incluso azul. De ahí el nombre de Arlequín. El conejo arlequín tiene una variación de color de otros conejos enanos como los creyentes o los holandeses. Se ha demostrado que cualquier raza puede transmitir los genes con la información de color de la descendencia del Arlequín. Se cree que proviene del cruce entre un tricolor holandés y un conejo francés común. Su primera aparición fue en 1887 en París. El