Crecí comiendo brócoli en casi todas las comidas. A mi madre le encanta el brócoli casi en un grado absurdo, y se aseguró de inculcar ese amor en todos sus hijos. Si fue asado con ajo, al vapor en mantequilla, o salteados en un sofrito, Casi siempre podía contar con que el brócoli apareciera en la mesa. Entonces, cuando comencé a cultivar mi propia comida, incluyendo esto verdura crucífera en mi jardín era una obviedad. De lo que no me di cuenta en esos primeros días es que cultivarlo