Cuando me encontré a mi hija de tres años y a mí en la sala de emergencias esperando los informes de laboratorio, me quitaron mi normalidad. Al principio, ninguno de los resultados de laboratorio mostró que algo andaba mal y Dios me enseñó una lección de espera. Ahora, cuatro semanas después, finalmente tenemos un diagnóstico. Mi hija tiene la enfermedad de von Willebrand tipo 1. Ella no produce suficiente proteína Von Willebrand en su sangre, por lo que sus plaquetas no tienen tanta sustancia